Autoridades culpan a inocentes

Nota:Elizabeth Vargas

Toluca, México.- Luis Alberto cumple una condena de más de 60 años en el penal de Chalco, Estado de México, desde hace cuatro años se encuentra encerrado en este lugar pagando por un homicidio que él no cometió: el de su padre, según nos cuenta su madre, Cristina Islas, quien es una de las cientos de personas que llegaron a la capital estatal durante este 24 de noviembre, para exigir la erradicación de falsos culpables con una Ley de Amnistía, misma que se ha estado pidiendo desde hace años.
Cristina, explica el caso de su hijo, quien, antes de ser llevado preso, había entrado a la universidad, donde se disponía a cursar la carrera en Psicología, y acababa de ser padre; ella recordó como desde la primer llamada en donde le notificaron que lo estaban llevando ante las autoridades judiciales no respetaron su presunción de inocencia: “no llevamos a su esposo por matar a su papá”, comentó, fue así que inició el historial de irregularidades cometidas por la fiscalía en contra de Luis Alberto.
Durante el juicio, continuó, nunca se presentó una prueba fehaciente que inculpara al joven de 29 años del asesinato de su padre, no hubo comparación de sangre y no se aplicaron las pruebas necesarias para saber la identidad del homicida, en lugar de buscar a un responsable, la fiscalía, la policía y el juez intentaban corroborar la responsabilidad del inculpado; al final, las pruebas presentadas por los familiares para demostrar su inocencia no fueron suficientes ante un testigo singular, pieza clave para darle una sentencia de 70 años en prisión.
La madre de Luis, narra las diversas irregularidades por las cuales han pasado durante los últimos años, entre las cuales se encuentran el escueto análisis de sangre humana que los peritos tomaron en la escena del crimen, cuyas pruebas se ocuparon únicamente para demostrar que es sangre humana: el tipo de sangre y de quien provenía pasaron por alto ante los ojos de los investigadores penales, a pesar de que la misma pudo haber sido incluso del “presunto culpable” quien recibió maltratos desde el momento en el que fue interceptado por elementos policiacos.