Los plenistas, vínculo importante con la comunidad.
Desde hace 48 años el trabajo de Antorcha consiste en defender los intereses de los pobres e instaurar, con la fuerza del pueblo unido y organizado, un sistema económico que distribuya la riqueza equitativamente, y el puntal para lograr tal objetivo, planteado por la organización, es la conformación de plenistas (líderes sociales) en cada una de las comunidades en donde tiene presencia, pues ellos son el enlace social para conocer las necesidades y llevar a cabo las gestiones y tareas en pro de una mejor sociedad, así lo señaló el dirigente del movimiento en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz, durante su coordinadora de pleno mensual.
En ella, el dirigente del antorchismo en el noroeste mexiquense, resaltó la importancia que tienen cada uno y todos los plenistas, pues al vivir en cada una de las comunidades populares conocen de principio a fin cada una de las necesidades de sus vecinos, ellos observan y palpan si hace falta agua potable, drenaje, alumbrado público, aulas para las escuelas, techumbres, pavimentaciones, áreas recreativas y culturales, seguridad entre otras tantas demandas.
Ellos al ser los más conscientes -aseguró- dedican su tiempo, sus fuerzas y trabajo en organizar a sus vecinos, en convocarlos, en estar al pendiente de la solución de sus demandas sociales y al mismo tiempo, junto con Antorcha, en educar y politizar a niños, jóvenes y adultos con el claro propósito de luchar por una sociedad y un sistema económico más humanos, equitativo y justo, en donde se distribuya la riqueza social y con ellos se termine el abismo entre ricos y pobres, entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada, entre los que disfrutan de riquezas inconmensurables y los que viven al día y en la miseria.
Nuestro trabajo no terminará -afirmó- hasta que se termine la pobreza, la desigualdad y la marginación, continuemos unidos y organizados, que la llama del antorchismo crezca hasta formar, con la fuerza y número del pueblo organizado, un gobierno del pueblo para el pueblo que ponga en marcha el primer paso para distribuir la riqueza de forma equitativa, al llevar a cabo la creación de fuentes de empleo para todos, la instrumentación de salarios bien remunerados, la implementación de una política fiscal progresiva que cobre impuestos al ingreso y no al consumo como se hace hoy en día y que lo recaudado se invierta en la construcción de obras y servicios para el bien común