UAEM embotella agua de lluvia para consumo humano: Alfredo Barrera
LluviaICAR está certificada por laboratorios externos a la Autónoma mexiquense que avalan su pureza, por encima del promedio del mercado.
Toluca, Méx. – 19 de noviembre de 2020. El Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México inició la producción y abastecimiento de LluviaICAR, agua para consumo humano que proviene de la captación de lluvia, sometida a siete etapas de filtración en una planta potabilizadora, con la finalidad de eliminar contaminantes y residuos.
El rector de la UAEM, Alfredo Barrera Baca, detalló que el almacenaje de esta agua en botellas de cristal permite ofrecer un producto amigable con el medio ambiente.
Además, indicó, la institución cumple con los protocolos sanitarios nacionales para llevar a cabo el llenado y el agua está certificada por laboratorios externos a la Autónoma mexiquense que avalan su pureza, por encima del promedio del mercado.
Alfredo Barrera destacó que recientemente se tramitó el registro de marca del producto universitario ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con miras a que en un futuro próximo LluviaICAR sea comercializada y por ahora, es abastecida exclusivamente en espacios académicos de la máxima casa de estudios mexiquense.
Su producción, abundó, dependerá de la temporada de lluvias y la demanda de los universitarios. Es un producto de excelente calidad para consumo humano, con baja huella hídrica y alta eficiencia energética.
Refirió que la captación de agua para este producto universitario se realiza en los mil 500 metros de superficie de las instalaciones del ICAR y es almacenada en cisternas para ser procesada por el método de ósmosis inversa, lo que genera cuatro tipos de agua para servicios generales, uso en laboratorios, destilada y desionizada y consumo humano.
Alfredo Barrera Baca afirmó que LluviaICAR es una excelente oportunidad para afianzar el esfuerzo institucional de cuidar el medio ambiente, apoyar la investigación científica e impulsar una Universidad Verde como lo indica el Plan Rector de Desarrollo Institucional 2017-2021.